Decidimos ir a la zona de los
Annapurnas, porque allí se pueden hacer trekings de todo tipo y
duración. Tomamos un autobús hacia Pokhara, una ciudad a 200 km. de
Kathmandú, que atraviesa el centro del país y se tarda en llegar
nada menos que 8 horas.
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Lago de Pokhara |
La ciudad está situada en la orilla de
un gran lago y tiene unas magníficas vistas de las montañas.
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Millones de escaleras de piedra |
Nada más levantarnos ya nos avisaron
en el Hotel: “Strike”. Osea, que hay huelga. Y aquí no son como
en Europa, aquí huelga es sinónimo de paralización. Casi nada
funciona esos días: no circulan vehículos, no hay taxis ni buses,
las tiendas cierran. La ciudad se convierte en un parque o una zona
peatonal: toda la gente caminando o en bici, las familias juntas de
paseo, los turistas con cara de aburridos. Muchos piquetes de gente
en las carreteras para cortar la circulación y la policía
controlando para evitar problemas. No hay nada que hacer, excepto
pasear y relajarse.
Menos mal que algún restaurante sí que abre.
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Niñas nepalies |
El tema es que estaban en pleno proceso
de elaboración de la nueva Constitución, y la diversidad tan grande
de partidos (y por tanto, puntos de vista diferentes) hace difícil
el consenso. Un día convoca la huelga un partido, y otro día otro.
Y no se sabe ciertamente si hay huelga o no hasta el mismo día por
la mañana.
Casi no podíamos creer que la huelga
durase tres días seguidos, pero como no teníamos ninguna prisa nos
lo tomamos con calma y resignación. Buena comida, paseos y lectura.
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Junto al Dhaulagiri (un 8000) |
Organizamos nuestro treking por nuestra
cuenta, sin porteador (bueno, Encarni sí lo llevaba...) ni guía,
para ir a nuestro ritmo (más bien al de Encarni), parar dónde
quisiéramos y estar los días que nos apeteciese.
Primero hay que pagar la entrada al
parque y el permiso para el treking, dando además tus datos y unas
fotos de carnet.
Empezamos en Nayapul, pueblo al que
llegamos en un divertido bus local. Nos pasamos cinco días
disfrutando de los pueblos, los bosques y las espectaculares vistas
de las montañas en un recorrido circular. Es una ruta muy conocida y
variada. En esta época ya van acercándose los monzones y alejándose
los turistas, por lo que no había mucha gente y llovía todas las
tardes.
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Ghandruk, mirando al Himalaya |
Menos mal que por las mañanas solía estar despejado. Se
puede caminar cada día lo que se quiera, porque hay pequeños
pueblecitos cada poco, con alojamiento y comida. Es muy cómodo, ya
que no hay que llevar tienda de campaña ni comida, asi que las
mochilas pesaban bastante poco (sobre todo la de Encarni). La gente
es muy amable en los Guest Houses (pequeños hoteles muy básicos con
retaurante y tienda). Las vistas en algunos puntos son
espectaculares.
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Desayunando con el Annapurna |
Desde el mirador de Poon Hill pudimos contemplar a
la vez dos ochomiles (Dhaulagiri y Annapurna), además de otros
muchos preciosos picos nevados. Los verdes bosques con restos de
floración de los rododendros y los limpios ríos nos acompañaron
buena parte de la ruta.
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En una casa Nepalí |
Una vez completado el círculo, resulta
que de nuevo había huelga, por lo que la única forma de volver a
Pokhara fue contratando un taxi nocturno (a las 4 de la mañana) que
casi a escondidas nos llevase allí. Y la huelga se extendió por
varios días más, asi que armados de paciencia nos dedicamos a
escribir el blog, entre otras cosas.
Pese a que la huelga continuaba,
tuvieron el detalle de permitir el transporte en buses de los
turistas entre Pokhara y Kathmandú, trayecto que recorrimos por
carreteras sin circulación.
De nuevo en la capital, visitamos las
dos grandes estupas Budistas (Bodhanat y Sayambunath), un montón de
templos Hinduistas, la zona sagrada de cremación en el río
Bramaputra (Phasupatinath) y otros barios de la ciudad.
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Batakpur y su "plaza mayor" |
La amenaza de huelga no cesaba por lo
que no podíamos arriesgarnos a ir muy lejos, y visitar Tibet es
carísimo y complicado, por lo que fuimos a pasar unos días a
Nagarkot. Antes visitamos la preciosa ciudad de Bathakpur, con
multitud de templos. Nagarkot es un pequeño pueblo en lo alto de una
colina desde el que, siempre que el tiempo lo permita, se pueden
obtener unas hermosas vistas de una amplia zona del Himalaya, tanto
dela zona del Annapurna como del Everest. Nos alojamos en una cabaña
de madera dentro de un bonito complejo ajardinado, pero la constante
bruma (ya era el inicio del monzón) dió al traste con nuestras
ilusiones.
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De nuevo en Kathmandú |
Los últimos días en la Kathmandú
fueron para ir a Patán (otra cantigua ciudad llena de monumentos y
museos) y para hacer alguna que otra compra. Tampoco perdimos la
ocasión de probar la comida Thailandesa, Tibetana, Hindú y por
supuesto Nepalí, intercalando una pizza de vez en cuando.
Nepal es un país muy interesante para
visitar, tanto en el aspecto montañero como cultural. La gente es
muy amable, es muy barato y alucinas en cualquier rincón. Once años
después de mi primera visita (Javi), lo he encontrado algo mejor en
muchos aspectos, pero sigue siendo uno de los países más pobres del
mundo. La desorganización y la improvisación son unas constantes a
las que te debes adaptar si no quieres pasarlo mal.
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Vistas de los Annapurnas, tesoros del Himalaya. |
3 comentarios:
Tienes razon en la foto. niñasssssssss. Nepalies
Quebien trucais las fotos, paree quede verdad viajais
Firma la envidiosa de turno. Paquita
Mi madre estoy con la tableta y no entiendo ni yo lo que escribi
¿Que Encarni llevaba un porteador a cuestas? ¡Jope como cambia el cuento!
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