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Nepal 2 (mitad a final de Mayo 2012).

Decidimos ir a la zona de los Annapurnas, porque allí se pueden hacer trekings de todo tipo y duración. Tomamos un autobús hacia Pokhara, una ciudad a 200 km. de Kathmandú, que atraviesa el centro del país y se tarda en llegar nada menos que 8 horas.
Lago de Pokhara
La ciudad está situada en la orilla de un gran lago y tiene unas magníficas vistas de las montañas.
Millones de escaleras de piedra
Nada más levantarnos ya nos avisaron en el Hotel: “Strike”. Osea, que hay huelga. Y aquí no son como en Europa, aquí huelga es sinónimo de paralización. Casi nada funciona esos días: no circulan vehículos, no hay taxis ni buses, las tiendas cierran. La ciudad se convierte en un parque o una zona peatonal: toda la gente caminando o en bici, las familias juntas de paseo, los turistas con cara de aburridos. Muchos piquetes de gente en las carreteras para cortar la circulación y la policía controlando para evitar problemas. No hay nada que hacer, excepto pasear y relajarse.
Menos mal que algún restaurante sí que abre.
Niñas nepalies

El tema es que estaban en pleno proceso de elaboración de la nueva Constitución, y la diversidad tan grande de partidos (y por tanto, puntos de vista diferentes) hace difícil el consenso. Un día convoca la huelga un partido, y otro día otro. Y no se sabe ciertamente si hay huelga o no hasta el mismo día por la mañana.
Casi no podíamos creer que la huelga durase tres días seguidos, pero como no teníamos ninguna prisa nos lo tomamos con calma y resignación. Buena comida, paseos y lectura.
Junto al Dhaulagiri (un 8000)
Organizamos nuestro treking por nuestra cuenta, sin porteador (bueno, Encarni sí lo llevaba...) ni guía, para ir a nuestro ritmo (más bien al de Encarni), parar dónde quisiéramos y estar los días que nos apeteciese.
Primero hay que pagar la entrada al parque y el permiso para el treking, dando además tus datos y unas fotos de carnet.
Empezamos en Nayapul,  pueblo al que llegamos en un divertido bus local. Nos pasamos cinco días disfrutando de los pueblos, los bosques y las espectaculares vistas de las montañas en un recorrido circular. Es una ruta muy conocida y variada. En esta época ya van acercándose los monzones y alejándose los turistas, por lo que no había mucha gente y llovía todas las tardes.
Ghandruk, mirando al Himalaya
Menos mal que por las mañanas solía estar despejado. Se puede caminar cada día lo que se quiera, porque hay pequeños pueblecitos cada poco, con alojamiento y comida. Es muy cómodo, ya que no hay que llevar tienda de campaña ni comida, asi que las mochilas pesaban bastante poco (sobre todo la de Encarni). La gente es muy amable en los Guest Houses (pequeños hoteles muy básicos con retaurante y tienda). Las vistas en algunos puntos son espectaculares.
Desayunando con el Annapurna
Desde el mirador de Poon Hill pudimos contemplar a la vez dos ochomiles (Dhaulagiri y Annapurna), además de otros muchos preciosos picos nevados. Los verdes bosques con restos de floración de los rododendros y los limpios ríos nos acompañaron buena parte de la ruta.
En una casa Nepalí
Una vez completado el círculo, resulta que de nuevo había huelga, por lo que la única forma de volver a Pokhara fue contratando un taxi nocturno (a las 4 de la mañana) que casi a escondidas nos llevase allí. Y la huelga se extendió por varios días más, asi que armados de paciencia nos dedicamos a escribir el blog, entre otras cosas.
Pese a que la huelga continuaba, tuvieron el detalle de permitir el transporte en buses de los turistas entre Pokhara y Kathmandú, trayecto que recorrimos por carreteras sin circulación.
De nuevo en la capital, visitamos las dos grandes estupas Budistas (Bodhanat y Sayambunath), un montón de templos Hinduistas, la zona sagrada de cremación en el río Bramaputra (Phasupatinath) y otros barios de la ciudad.
   
Batakpur y su "plaza mayor"
La amenaza de huelga no cesaba por lo que no podíamos arriesgarnos a ir muy lejos, y visitar Tibet es carísimo y complicado, por lo que fuimos a pasar unos días a Nagarkot. Antes visitamos la preciosa ciudad de Bathakpur, con multitud de templos. Nagarkot es un pequeño pueblo en lo alto de una colina desde el que, siempre que el tiempo lo permita, se pueden obtener unas hermosas vistas de una amplia zona del Himalaya, tanto dela zona del Annapurna como del Everest. Nos alojamos en una cabaña de madera dentro de un bonito complejo ajardinado, pero la constante bruma (ya era el inicio del monzón) dió al traste con nuestras ilusiones.
De nuevo en Kathmandú
Los últimos días en la Kathmandú fueron para ir a Patán (otra cantigua ciudad llena de monumentos y museos) y para hacer alguna que otra compra. Tampoco perdimos la ocasión de probar la comida Thailandesa, Tibetana, Hindú y por supuesto Nepalí, intercalando una pizza de vez en cuando.
Nepal es un país muy interesante para visitar, tanto en el aspecto montañero como cultural. La gente es muy amable, es muy barato y alucinas en cualquier rincón. Once años después de mi primera visita (Javi), lo he encontrado algo mejor en muchos aspectos, pero sigue siendo uno de los países más pobres del mundo. La desorganización y la improvisación son unas constantes a las que te debes adaptar si no quieres pasarlo mal.
Vistas de los Annapurnas, tesoros del Himalaya.

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3 comentarios:

Anónimo dijo...

Tienes razon en la foto. niñasssssssss. Nepalies
Quebien trucais las fotos, paree quede verdad viajais


Firma la envidiosa de turno. Paquita

Anónimo dijo...

Mi madre estoy con la tableta y no entiendo ni yo lo que escribi

Ignacio Sánchez dijo...

¿Que Encarni llevaba un porteador a cuestas? ¡Jope como cambia el cuento!

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